La maldad es algo que ofrece comodidad y placer de manera rápida. Para muchos hacer algo malo es el atajo para llegar rápido a sus ideales. La maldad es el resultado malo de una forma de vida equivocada.
Practicar la maldad no necesariamente
tiene que ver con cometer actos de barbarie: matar, robar o cosas parecidas. Maldad
también es hacer algo que simplemente no se debe hacer. Por ejemplo cuando
vamos a un banco a consignar además del dinero por lo general siempre llevamos afán
y lo primero que hacemos al ingresar al establecimiento es mirar en toda la
fila a ver si encontramos un amigo que nos haga colar.
Cuando otras personas hacen lo
mismo e ingresan a la fila pero delante de nosotros eso ya no nos gusta e
inmediatamente consideramos que eso no está bien.
Si alguien comete una infracción de
transito de manera deliberada se pasó el semáforo en rojo. Lo primero que hace
es tratar de buscar a un amigo para que le evite la sanción que el mismo
provoco. Eso también es malo. Como podemos ver todos de alguna manera
constantemente estamos expuestos a cometer maldad.
Que hace que se genere la maldad en nosotros.
1. Nuestra forma de pensar. 52: 2 a
“Agravios
maquina tu lengua” nuestros actos tan solo son un resultado. Primero se
maquinan en nuestra mente.
2. Nuestra forma de hablar. V 2 b “Como navaja
afilada hace engaño” nuestra lengua solo habla lo que hay en nuestra
mente o en nuestro corazón. Lucas 6: 45 “El
hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo,
del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón
habla la boca.”
Es nuestra mente la que convierte a
nuestra lengua en un monstruo terrible que causa mucho mal. Santiago 3: 5-6 “Así también la
lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán
grande bosque enciende un pequeño fuego! 3:6 Y la lengua son un
fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y
contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es
inflamada por el infierno.”
3. Amor por lo malo. V 3 “Amaste el mal
más que el bien, La mentira más que la verdad. Selah” lo malo ofrece
tanta comodidad que todos los seres humanos corremos el peligro de terminar amando
hacer lo malo.
4. Creer que Dios no existe. 53: 1 “Dice el necio
en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, e hicieron abominable maldad; No
hay quien haga bien.” hay muchas
personas que dicen creer en Dios pero solo para que él les haga milagros y
cumpla con todos sus anhelos. El creer en Dios también nos debe llevar a
someternos a sus normas y demandas.
5. Anhelar el pasado pecaminoso que
un día tuvimos. 53: 3 “Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían
corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno.”
La única forma de ser libres de
maldad o de los malvados es a través de Jesucristo. Solo él puede evitar que
caigamos en maldad o que los malvados nos causen daño. 54: 1-2 “Oh Dios,
sálvame por tu nombre, Y con tu poder defiéndeme. 54:2 Oh
Dios, oye mi oración; Escucha las razones de mi boca.”
No dejes que los deleites de este mundo
o el afán de conseguir las cosas con extrema facilidad te lleven a cometer
actos de maldad. Los atajos muchas veces nos llevan a la destrucción es mejor y
más seguro el camino largo.