No tenían nada de qué avergonzarse todo lo hacían de acuerdo a lo que quería Dios por esta razón eran una familia feliz.
El propósito de Dios era que el
hombre viviera en un paraíso y ese propósito todavía está vigente. Dios todavía
sigue empeñado en que seamos felices y que vivamos en un paraíso.
Tu hogar puede ser un maravilloso
paraíso para vivir en paz. Vivir en el paraíso no significaba una temporada de
vacaciones, gafas y pantaloneta. Dios les entregaba un paraíso pero era
obligación de la pareja mantenerlo en esa forma. Génesis 2: 15 “Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y
lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.”
Hoy en día Dios nos entrega un
paraíso cuando nos casamos o hacemos parte de una familia, pero el mantenerlo
como un paraíso sigue siendo nuestra responsabilidad.
Que hace que una familia fracase.
1. Rivalidad entre los miembros de
la familia en especial entre los hermanos. V 1 “Entonces hubo gran clamor del pueblo y de sus
mujeres contra sus hermanos judíos.” cuando entre hermanos empiezan a verse como rivales por lo
general empiezan a debilitar el núcleo familiar ya que acaban con su armonía.
2. Escases económica. V 2 “Había quien decía: Nosotros, nuestros
hijos y nuestras hijas, somos muchos; por tanto, hemos pedido prestado grano
para comer y vivir” cuando una pareja decide casarse sin planificar lo que
están haciendo por lo general tienen que padecer pobreza. Muchos jóvenes se
casan cuando todavía no tienen un empleo asegurado.
3. Comenzar de cero. V 3 “Y había quienes decían: Hemos
empeñado nuestras tierras, nuestras viñas y nuestras casas, para comprar grano,
a causa del hambre.” muchas parejas se casan sin necesidad de hacerlo
pidiendo prestado hasta la cama en la cual van a dormir. Si todavía no estás
preparado para casarte no te apresures. Prepárate emocionalmente y
económicamente para que puedas tener éxito en la familia que vas a formar.
4. Abuso de los mismos familiares. V
8 “y les dije:
Nosotros según nuestras posibilidades rescatamos a nuestros hermanos judíos que
habían sido vendidos a las naciones; ¿y vosotros vendéis aun a vuestros
hermanos, y serán vendidos a nosotros? Y callaron, pues no tuvieron qué
responder.” Un adagio
popular dice: “al caído caerle o del árbol caído hacen leña” si tú ves que tus
familiares están pasando por dificultades no te aproveches de ellos. ¡Ayúdales!
El no ayudarnos entre los
familiares lo único que produce es la burla de los de afuera no dejes que el egoísmo
destruya tu familia. V 9 “Y dije: No es bueno lo que hacéis. ¿No andaréis en el temor de nuestro
Dios, para no ser oprobio de las naciones enemigas nuestras?”
Si en tus manos está el hacerlo no
te niegues a prestarles ayuda a tus familiares. La ayuda que les puedas prestar
debe ser de manera desinteresada. V 11-12 “Os ruego que les devolváis hoy sus tierras, sus viñas, sus
olivares y sus casas, y la centésima parte del dinero, del grano, del vino y
del aceite, que demandáis de ellos como interés. 5:12 Y dijeron: Lo
devolveremos, y nada les demandaremos; haremos así como tú dices. Entonces
convoqué a los sacerdotes, y les hice jurar que harían conforme a esto.”
Todo lo que podamos hacer por los
demás no es en vano. Dios siempre estará listo para recompensarnos. No esperes
recompensa de parte del hombre espera que Dios lo haga él siempre nos devuelve
al ciento por uno. V 19 “Acuérdate de mí para bien, Dios mío, y de todo lo que hice por este
pueblo.”
Solo las familias unidas pueden
llegar un día a obtener el éxito o el triunfo tan esperado. No dejes que el
orgullo o la intolerancia acabe con ese regalo maravilloso que Dios te ha dado.
Ese regalo maravilloso se llama Familia.