La doble personalidad es un trastorno disociativo de la identidad del “yo” por el cual una persona posee dos personalidades distintas; es decir, tiene dos formas de ser diferentes, con sus respectivas estructuras, pautas de conducta, criterios y formas de reacción que condicionan su forma de actuar. Dependiendo de diversas circunstancias, generalmente debido a situaciones de tensión psíquica, se pasa de una personalidad a otra, por lo que también se le ha denominado a este trastorno “personalidad alternante”
Este trastorno no solo se vive en
la parte psicológica hoy en día también lo podemos ver en la parte espiritual.
Hay muchas personas que son
cristianas, demuestran ser los mejores mientras están en el templo o con
personas cristianas. El problema es que si están con gente del mundo parecen del
mundo no marcan ninguna diferencia.
Estas personas se han acostumbrado
a tener dos vidas totalmente diferentes tanto que para ellos es normal hacer el
bien o el mal de las dos formas se sienten cómodos en el pecado o en la
santidad.
Una persona con doble personalidad
espiritual es aquella que todavía no se ha definido se siente bien estando con
cristo pero también se siente bien cuando practica las cosas del mundo.
Características de un cristiano
tibio o de doble personalidad.
1. No quiere dejar las cosas del
mundo o de su antigua religión. V 1 “Acabadas estas
cosas, los príncipes vinieron a mí, diciendo: El pueblo de Israel y los
sacerdotes y levitas no se han separado de los pueblos de las tierras, de los
cananeos, heteos, ferezeos, jebuseos, amonitas, moabitas, egipcios y amorreos,
y hacen conforme a sus abominaciones.”
2. Por lo general se une en yugos
desiguales. En lo espiritual, en lo emocional y en lo comercial. V 2 a “Porque han
tomado de las hijas de ellos para sí y para sus hijos”
3. No entiende que ahora tiene un
nuevo linaje, es príncipe o princesa. V 2 b “y el linaje santo ha sido mezclado con los pueblos de
las tierras;” si tú dices que eres un hijo de Dios tienes que aprender a
vivir como tal.
4. No valora su condición de jerarquía
por eso no puede ser ejemplo. V 2 c “, y la mano de los príncipes y de los gobernadores ha
sido la primera en cometer este pecado.” se convierten en ciegos guiando a otros ciegos. Mateo 15:
14 “”
Como salir de esa doble personalidad.
1. Arrepentirse de lo que se hace,
sentir dolor por lo que se hace y tomar la decisión de cambiar de rumbo. V 3 “Cuando oí
esto, rasgué mi vestido y mi manto, y arranqué pelo de mi cabeza y de mi barba,
y me senté angustiado en extremo.”
2. Pedir ayuda en especial a Dios
que es el único que nos puede sanar. V 5 “Y a la hora del sacrificio de la tarde me levanté de
mi aflicción, y habiendo rasgado mi vestido y mi manto, me postré de rodillas,
y extendí mis manos a Jehová mi Dios,”
3. Ser humilde. Ser humilde no es rebajarse
ante los demás. Ser humilde es tener la capacidad de poder reconocer nuestros
errores, aceptar que nos podemos equivocar pero que podemos cambiar. V 6-7 “y dije: Dios
mío, confuso y avergonzado estoy para levantar, oh Dios mío, mi rostro a ti,
porque nuestras iniquidades se han multiplicado sobre nuestra cabeza, y
nuestros delitos han crecido hasta el cielo. 9:7 Desde los días de
nuestros padres hasta este día hemos vivido en gran pecado; y por nuestras
iniquidades nosotros, nuestros reyes y nuestros sacerdotes hemos sido
entregados en manos de los reyes de las tierras, a espada, a cautiverio, a
robo, y a vergüenza que cubre nuestro rostro, como hoy día.”
4. Aceptar el amor de Dios creer
que hay personas que nos quieren ayudar porque nos aman. V 9 “Porque siervos
somos; más en nuestra servidumbre no nos ha desamparado nuestro Dios, sino que
inclinó sobre nosotros su misericordia delante de los reyes de Persia, para que
se nos diese vida para levantar la casa de nuestro Dios y restaurar sus ruinas,
y darnos protección en Judá y en Jerusalén.”
Si tienes problemas para tomar decisiones
pídele al espíritu santo que te de dominio propio para hacer lo correcto. No juegues
con candela porque te puedes quemar. Si te has apartado para Jesucristo no pongas
tu mirada en el mundo y sus costumbres.