En este mundo debemos estar siempre listos y preparados para todo.
David nunca perdió la costumbre de
enfrentarse a sus enemigos en el nombre de Jehová. 1 Samuel 17: 45 “Entonces dijo
David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; más yo vengo a
ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de
Israel, a quien tú has provocado.”
Un verdadero siervo de Dios siempre
confía en que el que pelea por él es Dios. Éxodo 14: 13-14 “Y Moisés dijo
al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis
visto, nunca más para siempre los veréis. 14:14 Jehová peleará por
vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.”
El pueblo de Dios siempre ha recibido
ataques de parte del enemigo. Pero siempre tiene la capacidad de recuperarse o regenerase.
Una estrella de mar tiene la
capacidad de regenerarse cada vez que pierde una de sus partes. Y algo
interesante si a la estrella de mar le cortan uno de sus miembros incluyendo un
trozo de su parte central esa parte se puede convertir en una nueva estrella de
mar.
Así somos los cristianos que
dependemos de Dios cuando el enemigo nos arranca alguno de nuestros miembros
como iglesia Dios nos regenera y nos multiplica.
Entre más grande y raro sea el
gigante que se levante en nuestra contra más se manifiesta el poder de Dios. V
6 - 8 “Y volvió a haber guerra en Gat, donde había un hombre de grande estatura, el cual tenía seis
dedos en pies y manos, veinticuatro por todos; y era descendiente de los
gigantes. 20:7 Este hombre injurió a Israel, pero lo mató Jonatán, hijo
de Simea hermano de David. 20:8 Estos eran descendientes de los gigantes
en Gat, los cuales cayeron por mano de
David y de sus siervos.”
Un buen equipo de futbol es aquel
que sabe que el ganar un partido es importante pero que tiene que seguirse
preparando por que el campeonato no se compone de un solo partido.
Los gigantes que se pueden levantar
en nuestra vida no necesariamente tienen que ser otras personas o problemas de
salud o económicos. Los gigantes más difíciles de vencer están dentro de
nosotros mismos. Muchos de ellos son la pereza, el desánimo, los complejos y
muchas de nuestras diferentes debilidades. La única forma de vencerlos es a través
de mucho esfuerzo y dedicación y lógicamente tomados de la mano de Jesucristo.
Nunca bajes la guardia recuerda que
satanás anda como león rugiente. 1 Pedro 5: 8 “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el
diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;”
No importa a cuantos gigantes
tengas que enfrentar nunca te hagas dominar por el miedo. Recuerda que más
grande y poderos es nuestro amado Jesucristo. Esfuérzate se valiente enfréntate
en el nombre de Jesús de Nazaret y saldrás victorioso.