El hecho de ser cristianos no
significa que no tengamos que ser afectados por lo que sucede a nuestro
alrededor.
Lo
que suceda en este mundo o más específicamente lo que suceda en nuestra ciudad
o en el lugar en el que vivamos de alguna manera también afecta nuestra forma
de vida.
Es por esta razón que diariamente
debemos orar por la ciudad en la que vivimos, es nuestra responsabilidad
bendecirla. Si Dios te puso en otra ciudad diferente a la que naciste se agradecido
ya que a través de esa ciudad Dios te está
dando una vida cómoda cosa que ni en tu ciudad lo podías tener. Jeremías 29: 7 “Y buscad el bienestar de la ciudad adonde os he desterrado, y rogad al
SEÑOR por ella; porque en su bienestar tendréis bienestar.”
La tierra de Dios estaba a punto de
pasar por momentos difíciles iban a tener tiempos de hambre. V 1 “Habló Eliseo a aquella mujer a cuyo hijo él había hecho vivir, diciendo:
Levántate, vete tú y toda tu casa a vivir donde puedas;”
Como actúa la protección de Dios.
1. Nos advierte. V 1 b “porque Jehová ha llamado el hambre,
la cual vendrá sobre la tierra por siete años.” él nos
muestra el peligro para que podamos actuar a tiempo. Muchas veces el espíritu
de Dios nos dice no vallas por ese lugar o no te juntes con esas personas.
Lo que tenemos que hacer frente a
la advertencia de Dios es ser obedientes. V 2 “Entonces la mujer se levantó, e hizo
como el varón de Dios le dijo; y se fue ella con su familia, y vivió en tierra
de los filisteos siete años.” la desobediencia a sus
advertencias es lo que hace que muchas personas vivan mal.
2. Nos da gracia delante de las
demás personas. V 6 “Y preguntando el rey a la mujer, ella
se lo contó. Entonces el rey ordenó a un oficial, al cual dijo: Hazle devolver
todas las cosas que eran suyas, y todos los frutos de sus tierras desde el día
que dejó el país hasta ahora.” la gracia de Dios hace que se nos
habrán muchas puertas de oportunidades.
Cuando personas que no te conocen
te atienden bien y te ayudan en lo que estás haciendo no digas que fue buena
suerte. Ahí estaba operando la gracia de Dios.
Dios no impide que los hombres hagamos malos actos, esa es nuestra
decisión. Tú y yo somos libres de actuar como queramos. V 10-12 “Y
Eliseo le dijo: Ve, dile: Seguramente sanarás. Sin embargo, Jehová me ha
mostrado que él morirá ciertamente. 11 Y el
varón de Dios le miró fijamente, y estuvo así hasta hacerlo ruborizarse; luego
lloró el varón de Dios. 12 Entonces
le dijo Hazael: ¿Por qué llora mi señor? Y él respondió: Porque sé el mal que
harás a los hijos de Israel; a sus fortalezas pegarás fuego, a sus jóvenes
matarás a espada, y estrellarás a sus niños, y abrirás el vientre a sus mujeres
que estén encintas.”
El pecar o no pecar es una decisión que nos corresponde a
nosotros. Dios no evita lo que hagamos pero tampoco evita las consecuencias.
Génesis 4: 7 “Si bien hicieres, ¿no serás
enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a
ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él”
Dios nos ha dado la bendición y la maldición, es nuestra
decisión lo que tomemos, él lo único que hace es sugerirnos que tomemos la bendición.
Deuteronomio 30: 19 “A los cielos y a la tierra llamo por
testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la
bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu
descendencia;”
3. Nos ayuda a pasar los momentos difíciles. Isaías 43: 2 “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te
anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.”
La protección de Dios no consiste en evitarnos los momentos de
dificultad, la protección de Dios consiste en que él siempre va a estar con nosotros
en esos momentos para ayudarnos a salir victoriosos.