Si tú eres de los que ha desperdiciado tu vida en la búsqueda de la felicidad en lugares y personas equivocadas ya es hora de tomar una verdadera decisión. O como se dice en el mundo ya es hora de sentar cabeza.
El pueblo de Israel estaba pasando
por un momento difícil en cuanto a tomar una decisión. Tenían que decidir si
servir a Jehová o a los dioses falsos. V 21 “Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta
cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios,
seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.” claudicar
es renunciar, vacilar, dudar.
Todos los siervos de Dios tenían
que tomar la decisión de a quien servir. Josué 24: 15 “Y si mal os parece servir a Jehová,
escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros
padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos
en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.”
Dios en su misericordia también nos
permite equivocarnos y hasta que le fallemos. Llevados por el miedo o por diferentes
traumas de nuestra vida. Pero llega un momento donde él requiere que tomemos
una decisión le servimos a él o al mundo y a nuestras pasiones.
En el plan secular también es
necesario que aprendamos a tomar decisiones. Dedicarte a trabajar o estudiar.
Esperar un tiempo o casarte de una vez. En fin son muchas las decisiones que
tenemos que tomar. Unas importantes que trasformaran nuestra vida y otras decisiones
tal vez no tan transcendentales para nosotros.
Como tomar decisiones.
1. No dejarse dominar por el miedo.
V 15-16 “Y le
dijo Elías: Vive Jehová de los ejércitos, en cuya presencia estoy, que hoy me
mostraré a él. 18:16 Entonces Abdías fue a encontrarse con Acab, y le dio
el aviso; y Acab vino a encontrarse con Elías” Acab buscaba a Elías para
matarlo pero Elías estaba dispuesto a enfrentarlo. Es necesario que enfrentes
tus temores.
2. Teniendo Templanza. V 17-18 “Cuando Acab
vio a Elías, le dijo: ¿Eres tú el que turbas a Israel?
18:18 Y él respondió: Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los baales.” Elías no se dejaba amedrentar.
18:18 Y él respondió: Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los baales.” Elías no se dejaba amedrentar.
3. Teniendo seguridad en lo que se
hace o se habla. V 19 “Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el
monte Carmelo, y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los
cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel.”
4. Arreglando el altar para Dios. Y
en lo secular arreglando tu vida. V 30 “Entonces dijo Elías a todo el pueblo: Acercaos a mí. Y
todo el pueblo se le acercó; y él arregló el altar de Jehová que estaba
arruinado.” recuerda que tú y yo somos templo del espíritu santo.
5. Siendo un hombre o una mujer de
retos. V 23 “Dénsenos, pues, dos bueyes, y escojan ellos uno, y
córtenlo en pedazos, y pónganlo sobre leña, pero no pongan fuego debajo; y yo
prepararé el otro buey, y lo pondré sobre leña, y ningún fuego pondré debajo” solo
cuando nos proponemos conseguir algo lo logramos. Los retos siempre deben ser
altos para poder esforzarse y hacer algo más que los demás. V 34 “Y dijo: Llenad
cuatro cántaros de agua, y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña. Y
dijo: Hacedlo otra vez; y otra vez lo hicieron. Dijo aún: Hacedlo la tercera
vez; y lo hicieron la tercera vez”
6. Entendiendo que nadie puede
servir a dos señores. Mateo 6: 24 “Ninguno puede servir a dos
señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y
menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”
7. Teniendo en cuenta que nadie
puede tener amistad con el enemigo. Santiago 4: 4 “¡Oh almas
adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios?
Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.” ese
enemigo puede ser la pereza, el desorden, el desánimo. Etc. Nada tienen en
común la luz y la oscuridad. 2 Corintios 6: 14 “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos;
porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión
la luz con las tinieblas?”
Ya es la hora de decidir no podemos
seguir igual. Dios quiere que tú y yo seamos los mejores, levántate se esforzado
y valiente. La decisión es tuya el éxito te espera.