Remitir es enviar a otra persona,
cuando alguien va al médico general el si ve que la enfermedad no está dentro
del rango de sus conocimientos remite al paciente a un especialista.
Nosotros
somos pecadores y por lo tanto merecemos la muerte pero nuestro pecado fue
remitido a cristo quien murió por nosotros. Romanos 5: 8 “Mas Dios muestra su amor
para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”
A los discípulos se les dio la
orden de remitir los pecados cuando alguien recibía a cristo en su corazón.
Juan 20: 23 “A quienes remitiereis los pecados, les son
remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.” note que
la orden era remitir no perdonar eso es algo muy diferente.
Dios le perdonó la vida a David por
el pecado que cometió, pero no le evito la consecuencia que eso generaría. Cuando
David peco al meterse con Betsabe debía morir pero no fue así el no murió
porque su pecado fue remitido. V 13 “Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán
dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás.”
Nuestro pecado fue remitido a cristo
por eso no morimos pero en este caso el pecado de David no fue remitido a
Jesucristo, fue remitido a su hijo. V 14 “Mas por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los
enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido ciertamente morirá.”
Dios no le quito la vida a David
pero tampoco le quito la consecuencia de su pecado. Dios nos perdona porque él
es bueno. Hebreos 10: 17 “añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.”
Si pecamos debemos saber que
Jesucristo es quien intercede por nosotros. 1 Juan 2: 1 “Hijitos míos, estas cosas os escribo
para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el
Padre, a Jesucristo el justo.”
Dios siempre está dispuesto a
perdonarnos esto significa que no morimos pero lo duro es que él no nos quita
las consecuencias. Es por esta razón que no debemos pecar.
Si una señorita peca sexualmente
Dios le perdona pero la consecuencia de quedar en embarazo o sufrir alguna
enfermedad no se la quita.
Si un padre de familia le dice a su
hijo pequeño que no meta la mano a la candela por que se quema y el niño al
menor descuido de su padre mete la mano y él se quema. El papa no lo castiga
porque lo ama, tal vez le unta crema y hasta lo lleva al médico pero por mucho
amor que le tenga a su hijo no le puede evitar el dolor o hasta la perdida de
sus dedos.
La ley de la siembra y la cosecha
es una regla infalible siempre se cumple. Gálatas 6: 7 “No os engañéis; Dios no puede ser
burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.” a través
de nuestros actos es como sembramos. Todo acto que hagamos sea bueno o malo
genera consecuencias.
Antes de hacer algo detente un
momento y piensa en qué tipo de consecuencias quieres vivir. La felicidad o la
infelicidad esta en tus manos tu decides como quieres vivir de lo que siembres
hoy será lo que coseches el día de mañana para ti y para toda tu familia.