Cualquiera que sea el propósito que
queramos alcanzar se necesita que conozcamos cuales son nuestras fortalezas y
cuales son nuestra debilidades.
Todos
absolutamente todos tenemos fortalezas y debilidades cuando no conocemos
nuestras debilidades terminamos culpando a otros de lo que nos puede estar sucediendo.
Las fortalezas son aquellas cosas
que hacemos con más facilidad son las habilidades o capacidades que tenemos
para desarrollar algo.
Debilidades son las opuestas a las fortalezas.
Son aquellas cosas que no nos salen tan bien pues no tenemos la habilidad o la destreza
para hacerlas.
El conocer nuestra fortalezas y también
nuestras debilidades nos permiten corregir a tiempo y lo más importante esta es
la única forma que tenemos para fortalecer nuestra vida y poder avanzar en lo
que hacemos. V 1 a “Hubo larga guerra entre la casa de Saúl y la casa de
David; pero David se iba fortaleciendo”
El desconocer nuestras debilidades
y fortalezas no solamente nos estancan también nos hacen ir en retroceso. V 1 b
“y la
casa de Saúl se iba debilitando.”
Es normal que encontremos
debilidades en nuestra vida. El error de muchas personas es que quieren
eliminar sus debilidades. La mejor forma de crecer no es eliminándolas. La mejor
forma de avanzar es convirtiendo las debilidades en fortalezas.
Como convertir nuestras debilidades en fortalezas.
1. Acepta en que eres débil. Nadie puede
encontrarle solución a algo que dice que no tiene problema.
2. Consulta a Dios siempre que
emprendas una actividad. 2: 1 “Después de esto aconteció que David consultó a Jehová,
diciendo: ¿Subiré a alguna de las ciudades de Judá? Y Jehová le respondió:
Sube. David volvió a decir: ¿A dónde subiré? Y él le dijo: A Hebrón.”
3. Esfuérzate por hacer lo que te
cuesta. V 2: 7 “Esfuércense, pues, ahora vuestras manos, y sed
valientes; pues muerto Saúl vuestro señor, los de la casa de Judá me han ungido
por rey sobre ellos.”
Todo en la vida es un proceso trata
de hacer el siguiente ejercicio cada día para ir transformando esa debilidad en
una fortaleza.
1. Si eres de mal genio. Cada mañana
trata de sonreír a una persona. Trata de cambiar esa mueca diaria por una
sonrisa. Proverbios 15: 13 “El corazón alegre hermosea el rostro;
Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate.”
Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate.”
2. Si tu debilidad es gritar y
maltratar. Cada mañana trata de decirle algo agradable a tu esposa(o) o alguien
de tu familia. Proverbios 15: 1-2 “La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra
áspera hace subir el furor. 15:2 La lengua de los sabios adornará la sabiduría; Mas la
boca de los necios hablará sandeces.”
3. Si eres muy introvertido. Trata de
acercarte a alguien para saludarle y preguntarle como esta. 2 Timoteo 1: 7 “Porque no nos
ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”
4. Trata de cambiar tu manera de
pensar. Filipenses 4: 8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo
lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen
nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”
5. Declara en tu mente que eres lo
contrario de tu debilidad y si te atreves exprésalo a los demás, si eres débil di
fuerte soy, piensa de aquí en adelante voy hacer amable, ya no tengo miedo. Etc.
Joel 3: 10 “Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de
vuestras hoces; diga el débil: Fuerte soy.”
De ti depende que tu vida cada día
se fortalezca o se debilite. Esfuérzate se valiente si tú te propones cambiar Cristo
te puede ayudar. Recuerda que para Dios no hay nada imposible.