Ya que Dios nos ama de esa forma lo mínimo que el exige de nosotros es que también le demos el primer lugar en nuestro corazón él no nos comparte con nadie.
Humanamente la definición de celoso
es envidioso, receloso, dudoso. Gálatas 4: 17 “Tienen celo por vosotros, pero no para bien, sino
que quieren apartaros de nosotros para que vosotros tengáis celo por ellos.” El celo
que maneja Dios es de cuidar, proteger ser solo para él. Deuteronomio 5: 9 “No te inclinarás a ellas ni las
servirás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de
los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me
aborrecen,”
Los filisteos capturaron el arca
porque consideraban que con ella iban a obtener poder pero cometieron su primer
error pusieron el arca junto a sus dioses. V 1-2 “Cuando los
filisteos capturaron el arca de Dios, la llevaron desde Eben-ezer a Asdod.
5:2 Y tomaron los filisteos el arca de Dios, y la metieron en la casa de Dagón,
y la pusieron junto a Dagón.”
Por esta razón Dios se enojó con
ellos y lo que les llevo fue destrucción. V 6 “Y se agravó la mano de Jehová sobre los de Asdod, y
los destruyó y los hirió con tumores en Asdod y en todo su territorio.”
Dios ya les había advertido pero
ellos no hacían caso y volvían a dejar a Jehová en segundo lugar. V 3-4 “Y cuando al
siguiente día los de Asdod se levantaron de mañana, he aquí Dagón postrado en
tierra delante del arca de Jehová; y tomaron a Dagón y lo volvieron a su lugar.
5:4 Y volviéndose a levantar de mañana el siguiente día, he aquí que Dagón
había caído postrado en tierra delante del arca de Jehová; y la cabeza de Dagón
y las dos palmas de sus manos estaban cortadas sobre el umbral, habiéndole
quedado a Dagón el tronco solamente.”
Los filisteos seguían cometiendo
errores creían que la solución era alejarse de la presencia de Dios. V 7 “Y viendo esto
los de Asdod, dijeron: No quede con nosotros el arca del Dios de Israel, porque
su mano es dura sobre nosotros y sobre nuestro dios Dagón.”
La solución no es alejarnos, la
solución es quitar de nuestra vida todo aquello que deja a Dios en segundo
lugar. Isaías 42: 8 “Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi
gloria, ni mi alabanza a esculturas”
Los filisteos tenían a otros
dioses, los israelitas muchas veces dejaban a jehová en segundo lugar por
adorar a otros dioses.
¿Tú tienes a Dios en primer lugar?
Hay muchos cristianos que a pesar de haber recibido a cristo en su corazón hace
mucho tiempo todavía han hecho de su trabajo, de su sus hijos de su pareja un
dios desplazando de esta forma a Jehová a un segundo nivel. Tu familia y tu
trabajo son importantes pero de nada sirven si no tienes buena relación con Dios
y no le dedicas buenos tiempos de oración y estudio de la palabra que son los
que nos llevan a tener intimidad con él.
¿Tu si tienes a Dios en primer
lugar? Hay muchos pastores o ministros de Jehová que le trabajan tan duro en la
obra que han hecho de la obra su dios y han dejado a jehová en segundo lugar.
Están tan ocupados en la obra de Dios
que ya no tienen tiempo de comunicarse con Jesucristo o estar en intimidad con él.
Jesucristo por su ministerio era un hombre demasiado ocupado era muy famoso
pero a pesar de su gran fama siempre
sacaba tiempo para estar con su padre. Lucas 5: 15- 16 “Pero su fama
se extendía más y más; y se reunía mucha gente para oírle, y para que les
sanase de sus enfermedades. 5:16 Mas él se apartaba a lugares
desiertos, y oraba.”
Tu servicio no vale si no le das al
Rey tu atención, tu amor tú tiempo, el anhela tu amor y quiere que ante todo lo
ames. Sin su poder y su guía no podrás llevar acabo su obra. Para amar a Jehová
y a tu familia debes dedicarles tiempo.