Esta fiesta no se la podía celebrar en cualquier lugar tenía que ser en el lugar que escoja Jehová como su morada. V 5-6 “No podrás sacrificar la pascua en cualquiera de las ciudades que Jehová tu Dios te da; 16:6 sino en el lugar que Jehová tu Dios escogiere para que habite allí su nombre, sacrificarás la pascua por la tarde a la puesta del sol, a la hora que saliste de Egipto”
En este tiempo nuestra pascua es
Jesucristo. 1 Corintios 5: 7 “Limpiaos,
pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois;
porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros.”
Jesucristo es nuestro cordero. Juan 1: 29 “El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He
aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.”
El lugar donde debemos hacer esta
fiesta es el templo aunque Dios está en todo lugar ese es el lugar que Dios a
escogido como su casa de oración. De ahí que es tan importante el congregarnos.
Hebreos 10: 25 “no
dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos;
y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”
Jesús se entrego en sacrificio por
nosotros para nuestro perdón de pecados. Pero el quiere que en cada culto
nosotros también nos entreguemos como sacrificio vivo delante de él. Romanos
12: 1 “Así que,
hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto
racional.”
Motivos por los cuales nos debemos congregar.
1. Agradecimiento por hacernos
libres del pecado. Acuérdate de donde te rescato esto nos dará más ánimo para
hacerlo siempre. V 12 “Y
acuérdate de que fuiste siervo en Egipto; por tanto, guardarás y cumplirás
estos estatutos.”
2. Por amor. Dios no solo quiere
que nos congreguemos por necesidad él quiere que al congregarnos le expresemos
todo nuestro amor. Deuteronomio 6: 5 “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu
alma, y con todas tus fuerzas.”
3. Ofrecerle lo que es de él de
acuerdo como payamos prosperado. V 10 “Y harás la fiesta solemne de las semanas a Jehová tu Dios;
de la abundancia voluntaria de tu mano será lo que dieres, según Jehová tu Dios
te hubiere bendecido” en las fiestas seculares ningún invitado a una fiesta
va con las manos vacías.
Como debe ser nuestra actitud al acudir al templo.
1. Con alegría. V 11 “Y te alegrarás delante de Jehová tu
Dios, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo, tu sierva, el levita que habitare en tus
ciudades, y el extranjero, el huérfano y la viuda que estuvieren en medio de
ti, en el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido para poner allí su nombre.” Dios le
concede los anhelos del corazón de quien se deleita delante de su presencia.
Salmos 37: 4 “Deléitate
asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.”
2. Con Honra. Nuestra forma de
vestir y de comportarnos tiene que reflejar la ocasión, es decir una fiesta
para el rey de reyes. Mateo 22: 12 “Y le dijo: Amigo, ¿cómo
entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció.”
Cuando te entre el desanimo y ya no
quieras congregarte acuérdate de donde te saco Dios, de donde te rescato.
Valora la clase de vida que ahora tienes. Tal vez no sea perfecta pero si es
mucho mejor que la que teníamos antes de conocer a Cristo.
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