lunes, marzo 03, 2014

Dependiendo de Dios. Deuteronomio 11.

El problema de muchos cristianos y aun de muchas iglesias es que no entienden que en Cristo ahora somos nuevos, nuevas criaturas. 2 Corintios 5: 17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Antes de conocer de Cristo dependíamos de nuestras fuerzas, de nuestras habilidades. Ahora es necesario dejar que actué Jesucristo a trabes de su espíritu. V 10 “La tierra a la cual entras para tomarla no es como la tierra de Egipto de donde habéis salido, donde sembrabas tu semilla, y regabas con tu pie, como huerto de hortaliza.
Ahora dependemos de Cristo. V 11-12 “La tierra a la cual pasáis para tomarla es tierra de montes y de vegas, que bebe las aguas de la lluvia del cielo;  11:12 tierra de la cual Jehová tu Dios cuida; siempre están sobre ella los ojos de Jehová tu Dios, desde el principio del año hasta el fin.
Cuando como persona o como iglesia dependemos de Dios el nos dice:
1. Que hacer. Dios es quien nos da la visión de cómo conquistar las almas para Cristo. Nosotros no necesitamos hacer planes. Esto no quiere decir que no seamos organizados lo que quiere decir es que Cristo mismo nos revela sus planes y él se encarga de organizarnos.
2. Como hacerlo. Cuando el hombre no entiende que es Dios quien diseña las estrategias, acude a estrategias mundanas para llenar la iglesia de gente. El crecimiento de la iglesia no depende de estrategias humanas. Romanos 9: 16 “Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
3. Conque hacerlo. Es Dios quien nos da los recursos humanos, económicos y técnicos para lograr la gran comisión.
4. Cuando hacerlo. Hay algo muy importante que debemos entender. No es nuestro tiempo es en el tiempo de Dios es él quien da el crecimiento. 1 Corintios 3: 7 “Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento
Lo único que tenemos que hacer para depender de Dios es:
1. Obedecerle en todo. V 13 a “Si obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy
2. Amar a Jehová con todo nuestro corazón. V 13 b “amando a Jehová vuestro Dios
3. Servirle a Jesucristo. V 13 c “y sirviéndole con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma,
Si hacemos esto lo tendremos todo. V 14- 15 “yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite.  11:15 Daré también hierba en tu campo para tus ganados; y comerás, y te saciarás.
Nosotros somos bendición o maldición para los demás o para nosotros mismos. Nuestro comportamiento o nuestra actitud determinan lo que somos. V 26 “He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición:
La única forma de mantener la bendición de Dios para siempre es si nosotros transmitimos el conocimiento y también involucramos a las nuevas generaciones en lo que hacemos tanto en lo espiritual como en lo secular. V 19 “Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes,

Deja de luchar en tus fuerzas recuerda que ahora quien pelea por nosotros es Jehová de los ejércitos. No busques las estrategias del mundo para triunfar. Deja que Jesucristo te de las suyas.

      


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