El problema surge cuando se unen en
un mismo yugo dos especies diferentes o dos animales con capacidades diferentes
el yugo va a ser causa de estorbo e incomodidad. Si se junta un buey fuerte con
un débil. El débil va a sentir que lo arrastra y el fuerte va a sentir que lo están
deteniendo.
Esto mismo
sucede cuando dos personas se juntan siendo totalmente opuestas.
Si una muchachita emprendedora,
esforzada se junta con un joven sin sueños, pereza y que no le gusta esforzarse
ella no va a poder realizar sus sueños, sus metas.
En lo espiritual sucede exactamente
lo mismo si un joven cristiano que ama a Dios se junta con alguien que es incrédulo
pronto va a sentir que su nivel espiritual va a disminuir.
Los seres humanos tenemos la
capacidad de adaptarnos a cualquier situación o a cualquier persona. Es por
esta razón que Dios nos prohíbe unirnos en yugo desigual. 2 Corintios 6: 14 - 15 “No os unáis en yugo desigual con los
incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y
qué comunión la luz con las tinieblas? 6:15 ¿Y qué concordia
Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?”
Los seres humanos aprendemos de lo
que está a nuestro alrededor. Si un bebe es abandonado en una selva en medio de
animales el no va a aprender a hablar,
el aprenderá a emitir los sonidos de los animales con quien crezca.
Las malas costumbres se nos pegan
por las malas conversaciones que podamos tener. 1 Corintios 15: 33 “No erréis; las malas conversaciones
corrompen las buenas costumbres.”
Al pueblo de Dios se le olvido esto
y se mezclo con personas diferentes a ellos. V 1 “Moraba Israel en Sitim; y el pueblo
empezó a fornicar con las hijas de Moab” como consecuencia de ello
el pueblo se dejo influenciar. V 2 “las cuales invitaban al pueblo a los sacrificios de sus
dioses; y el pueblo comió, y se inclinó a sus dioses”
Que hacer para no caer en yugo desigual:
1. Reconoce cuáles son tus
debilidades. Si sabemos que nos puede ocasionar la caída lo podemos evitar.
2. Ten en cuenta que es lo que
quieres lograr con tu vida. Esto nos permitirá establecer si las personas con
quien andamos nos pueden ayudar a conseguir lo que queremos o simplemente son
un estorbo.
3. Ten la capacidad de eliminar
aquellos sentimientos que se convierten en estorbo. V 4 “Y Jehová dijo a Moisés: Toma a todos
los príncipes del pueblo, y ahórcalos ante Jehová delante del sol, y el ardor
de la ira de Jehová se apartará de Israel.”
Dios no quiere que despreciemos a
todos los que no tienen nuestro mismo propósito. Pero si nos dice que debemos
estar muy seguros de lo que queremos, de esta forma podremos hacer que los demás
se hagan a nosotros y no nosotros terminar como ellos. Jeremías 15: 19 “Por tanto, así dijo Jehová: Si te
convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo
precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te
conviertas a ellos.”
No permitas que los demás o las circunstancias
dañen tu manera buena de pensar. Que tu mente este siempre ocupada en Cristo. Recuerda
son nuestros pensamientos los que le dan vida o muerte a nuestro ser.
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