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Dios es maravilloso y siempre piensa en lo mejor para nosotros sus hijos.
Dios quiere que vivamos cómodos
pero no quiere que seamos unos acomodados, el acomodamiento hace que nunca nos arriesguemos,
el acomodamiento estanca y lleva a la mediocridad. Dios quiere que siempre
estemos avanzando luchando siempre por algo mejor. V 2-3 “ Y
Jehová me habló, diciendo: 2:3 Bastante habéis rodeado este monte;
volveos al norte”
El pueblo
siempre tenía la tendencia a vivir acomodados no le gustaba el esfuerzo. Las personas
mediocres han acuñado su propia frase para no tener que esforzarse o
arriesgarse: “más vale malo conocido que bueno por conocer.”
Dios quiere que seamos los mejores y
para lograrlo es necesario tomar la
decisión de conquistar nuestros sueños.
Que es lo que anhelas, todos
anhelamos algo todos queremos que lo que hagamos nos salga bien.
La vida no comienza en la cima por
lo general comienza en la falda de la montaña y es nuestro deber escalar hasta
llegar al punto más lato del éxito.
Para Jehová Dios la base del éxito está
en el esfuerzo. Josué 1: 9 “Mira
que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque
Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.” Dios
nunca ha dicho que tener una vida llena de éxito sería fácil.
Dios le prometió a su pueblo que le
daría la tierra que mana leche y miel pero no se la daría envuelta en papel de
regalo. Tendría que conquistarla Deuteronomio 1: 8 “Mirad, yo os he entregado la tierra;
entrad y poseed la tierra que Jehová juró a vuestros padres Abraham, Isaac y
Jacob, que les daría a ellos y a su descendencia después de ellos”
Tenía que aprender a trabajar en
equipo y ese equipo debería ser conformado por los mejores. 1: 13 “Dadme de entre vosotros, de vuestras
tribus, varones sabios y entendidos y expertos, para que yo los ponga por
vuestros jefes” los lideres que quería moisés para lograr su misión
debían ser:
1. Sabios. Es
decir personas que se dejen guiar por Dios. Recuerda que el principio de la
sabiduría es el temor a Dios. Salmos 111: 10 “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Buen
entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos;
Su loor permanece para siempre.”
Su loor permanece para siempre.”
2. Inteligentes
o entendidos. La sabiduría la da Dios pero la inteligencia se la adquiere se la
desarrolla a través del ejercitarse o prepararse.
3. Expertos
hombres preparados para lo que van hacer.
En el capitulo dos nos enseña que
todas las cosas cuestan. Dios quería que su pueblo fuera un conquistador y no
lo iba a lograr con una mente de esclavo o limosnero.
Al limosnero solo le gusta pedir,
lo que más le disgusta es tener que dar. Nunca piensa en términos de inversión.
El pueblo tenía que ganarse las cosas. Deuteronomio 2: 5-6 “No os metáis con ellos, porque no os
daré de su tierra ni aun lo que cubre la planta de un pie; porque yo he dado
por heredad a Esaú el monte de Seir. 2:6 Compraréis de ellos por
dinero los alimentos, y comeréis; y también compraréis de ellos el agua, y
beberéis;”
La razón por la cual Dios no les
regalaría las cosas es porque el pueblo era bendecido. Si tú eres bendecido no
esperes que todo en la vida sea gratis. V 7 “pues Jehová tu Dios te ha bendecido en toda obra de
tus manos; él sabe que andas por este gran desierto; estos cuarenta años Jehová
tu Dios ha estado contigo, y nada te ha faltado.”
La tacañería origina pobreza. Tanto
en lo espiritual como en lo secular. V 30-31 “Mas Sehón rey de Hesbón no quiso que pasásemos por el
territorio suyo; porque Jehová tu Dios había endurecido su espíritu, y
obstinado su corazón para entregarlo en tu mano, como hasta hoy.
2:31 Y me dijo Jehová: He aquí yo he comenzado a entregar delante de ti a Sehón y a su tierra; comienza a tomar posesión de ella para que la heredes”
2:31 Y me dijo Jehová: He aquí yo he comenzado a entregar delante de ti a Sehón y a su tierra; comienza a tomar posesión de ella para que la heredes”
La ley de la siembra y la cosecha
se cumple. Lo que sembramos es lo que cosechamos. Gálatas 6: 6- 7 “El que es enseñado en la palabra, haga
partícipe de toda cosa buena al que lo instruye. 6:7 No os
engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso
también segará.”
Si Dios nos ha bendecido no
amarremos la bendición. Dios conoce nuestro corazón si en verdad no tenemos entonces
aceptemos la ayuda de los demás, pero si teniendo buscamos que los demás
siempre nos den las cosas. A eso se le llama tacañería. Recuerda la tacañería
ocasiona pobreza.
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