domingo, marzo 17, 2013

Viviendo por Prioridades. Lucas 9


Del latín prior (“anterior”), la prioridad hace referencia a la anterioridad de algo respecto de otra cosa, ya que sea en tiempo o en orden. Aquel o aquello que tiene prioridad se encuentra primero en comparación con otras personas o cosas.
Las prioridades se establecen, por lo tanto, a partir de una comparación. Una prioridad es algo importante frente a otras cosas y, de esta forma, recibirá más recursos o será atendido con mayor celeridad

Vivimos de  prioridades.  Un ejemplo podría ser. Cuando salimos a la calle nos preocupamos por peinarnos muy bien, con esto sentimos que todo nuestro cuerpo está bien. Cuando ponemos las cosas primeras primero, todo lo demás cae en su lugar de manera más natural y confortable.  Cuando nuestras prioridades están fuera de orden, podemos sentirlo.  Cuando las cosas están fuera de lugar, la vida se siente un poquito fuera de balance, y vivimos como de una manera desalineada.
Piensa en las implicaciones del principio del “primero peinarnos” en tu vida espiritual.  Cuando Dios está primero en tu vida, todo lo demás cae en su lugar adecuado más rápido. Cuando ordenas tu tiempo, ministerio, trabajo, amistades y finanzas con las prioridades correctas, la vida es mucho más fácil.  También es más productiva y satisfactoria.
Siempre en la vida debe haber cosas más importantes por hacer que otras, muchas personas pierden mucho tiempo en cosas que no son muy importantes y dejan de hacer lo que si representaba beneficio o utilidad.
El orden de prioridades para un cristiano es: primero Dios, segundo la familia, tercero el trabajo y por último el ministerio. No porque sea el ministerio menos importante que los demás. Antes por lo contrario, si estamos bien en todo lo anterior entonces podemos estar bien en el ministerio.
En la vida cristiana Jesús debe ocupar siempre el primer lugar, esta siempre por encima de nuestra propia vida. V 23 “Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
Nuestra familia está en segundo nivel comparándolas con Jesús. Mateo 10: 37 “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí;” el que amemos menos a nuestra familia que a Cristo no significa que los debemos deshonrar o descuidarlos, antes por lo contrario debemos ser testimonio delante de ellos.
Dejar a Cristo en segundo lugar es lo mismo que avergonzarse de él. V 26 “Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria, y en la del Padre, y de los santos ángeles.
La principal prioridad de los cristianos es llegar a Dios, sólo así podrán tener éxito al tratar de llegar a otros. Sin que los cristianos practiquen una relación íntima con Dios mismo. Es difícil llegar a tener el verdadero éxito.



SÍGUENOS EN:  twitter : @pastorjosedejoy




 INICIO                              DEVOCIONAL DIARIO                       PREDICACIONES

VIDEOS
                 
                         PASTORA: Rosa Madroñero
                         Jenny y Diana Dejoy Madroñero