Estamos
viviendo en una época de exagerada rapidez. Todo lo queremos hacer de manera
instantánea.
En el
mercado encontramos, café, chocolate y la mayoría de los alimentos de
preparación instantánea.
Cada
vez encontramos más jóvenes que tienen la oportunidad de estudiar pero no lo
hacen, se dedican al ocio a la pereza, mientras esperan el momento de graduarse
de manera instantánea, hacer lo de seis años en unos cuantos meses.
En el mundo
podemos encontrar o conseguir muchas cosas de manera instantánea, pero en lo
espiritual no es posible, ni tampoco debería serlo en nuestra parte humana.
Para Dios
es importante el crecimiento, pero también este crecimiento debe ir acompañado
de un buen desarrollo. Hoy en día hay muchas iglesias que han crecido en número
de manera extraordinaria, el problema es que muchas de ellas han logrado muy
poco desarrollo en lo espiritual.
También
encontramos muchas personas que en su cuerpo han crecido, y hasta exigen
derechos dado su gran crecimiento, el problema es que su intelecto y su
proceder se han quedado sin desarrollo.
Para
alcanzar el favor de Dios y sobre todo tener una buena relación con Dios y los
demás necesitamos:
1. Orar
siempre y no desmayar. V 1 “También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de
orar siempre, y no desmayar,” es necesario insistir, el insistir en oración o en
hablar nos acerca más a Dios y a las
demás personas. No permitas que los demás te impidan insistirle a Dios. V 39 “Y los que iban delante le
reprendían para que callase; pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten
misericordia de mí!”
2. No
cansarse de Insistir. V 7 “¿Y
acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se
tardará en responderles?” muchas veces el orgullo y la soberbia
no nos permite insistir.
3. Ser
humilde delante de Dios y de las demás personas. V 14 “Os
digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque
cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será
enaltecido.” El creerse más que los demás impide que insistamos.
4. Ser
sensible e inocente como un niño. V 17 “De
cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará
en él.” El niño nace sin temor, sin prejuicios, es el hombre
quien se los impone. El niño es un vivo ejemplo de insistencia, si tu le
prometes a tu hijo que es un niño; que lo vas a llevar a un paseo dentro de un
año, el todos los días va estar recordándotelo, y así hayan pasado solo dos
días el te estará diciendo cuanto falta para el año.
5.
Renunciar a todo prejuicio. No solo dinero, también es necesario renunciar a
toda altivez, envidia, orgullo etc. V 24 “Al
ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán
difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!”
6. Creer
que para Dios todo es posible. V 27 “El les dijo: Lo
que es imposible para los hombres, es posible para Dios.”
7. Tener fe,
estar seguro. V 42 “Jesús
le dijo: Recíbela, tu fe te ha salvado.”
Dios quiere
hacer maravillas en nuestra vida, pero no en nuestro momento, el lo hará en su
momento, quien mejor que él para saber cuándo y que es lo que necesitamos.