Dios hizo al hombre para que
viviera bajo su soberanía y de esta forma viviría muy feliz. Pero el hombre
falló peco y por lo tanto quedo fuera de la soberanía de Dios.
El hombre quería parecerse a Dios y
gobernarse a sí mismo, Dios le dio la oportunidad y han pasado muchos años en
los cuales el hombre ha demostrado que gobernarse solo es imposible.
Dios
es maravilloso y a pesar de que los hombres constantemente le fallamos el
todavía está empeñado en salvarnos.
Para lograr nuestra salvación Dios
diseño un plan perfecto que costaría mucho. Este plan consta de dos partes:
LA PRIMERA PARTE: la más difícil y
sobre todo muy costosa. Jesús debería morir y de esta forma propiciar la
salvación. Jesús murió y resucito. Yo pregunto algo. ¿El mundo cambio? ¿El
hombre dejo de cometer maldad? ¡No! Antes por lo contrario, cada vez hay más
maldad. ¿Qué paso? Fallo el plan perfecto de Dios. ¡No!
Con la muerte y la resurrección de Jesús
lo único que paso es que se cumplo la primer parte de ese plan. Jesús ya
cumplió con su parte. Ahora falta la segunda parte.
LA SEGUNDA PARTE: tu y yo somos
parte de ese plan…si, así es, el hombre es el medio que Dios utiliza para
transmitir la salvación propiciada por Jesús. Jesús no va a descender otra vez
para morir nuevamente por nosotros, la esperanza
de Dios esta puesta en ti y en mí.
Jesús no dejo a ciento veinte mil,
o doce mil Hombres, el trabajo de salvación comenzó con tan solo doce hombres.
Los doce discípulos tenían la misión de salvar a doce para que después estos
salvaran a otros doce y así sucesivamente hasta salvar a toda la humanidad. Los
doce discípulos cumplieron y hasta dieron su vida por mantener esta cadena de
salvación.
¿Entonces Por qué sigue el mundo
igual o más corrupto cada día? Lo que sucedió es que después de la muerte de
los primeros discípulos esta cadena se rompió, ya no hay suficientes personas
dispuestas a seguir discipulando. Cada quien se contenta con su salvación.
La orden de Jesús es clara y también
se divide en dos partes:
LA PRIMERA: hacer discípulos en
todas las naciones. MATEO 28: 19 “Por tanto, id, y haced
discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo;” esta primer parte es la que más se ha cumplido,
muchos de nosotros creemos que la gran comisión es tan solo compartir a las
personas a cerca de las maravillas de Dios, y nos hemos dedicado a bautizar a
cuanta persona se nos atraviesa.
LA SEGUNDA: esta segunda parte de
la gran comisión es la que muy poco se la hace, ya que causa rechazo entre los
nuevos creyentes. Se trata de enseñar todo lo que Jesucristo nos enseña en su
palabra, es decir aceptar la soberanía de Dios en nuestra vida. V 20 “enseñándoles
que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
Cuando se evangeliza solo hablando
de las maravillas de Dios es muy fácil, cuando se enseña a cumplir con los
mandamientos de Dios es lo difícil, y ahí es cuando entendemos que “muchos son
los llamados pero poco los escogidos”.
Hablar de la ley de Dios causa oposición
pero es algo que tenemos que obedecer. Hechos 5: 28-29 “diciendo: ¿No os mandamos estrictamente
que no enseñaseis en ese nombre? Y ahora habéis llenado a Jerusalén de vuestra
doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de ese hombre.
5:29 Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.”
5:29 Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.”
Esto lo podemos ilustrar de la
siguiente manera: hablar sobre las maravillas de las matemáticas es agradable. Decir:
que las matemáticas mueven al mundo, que por las matemáticas podemos llegar a
ser grandes empresarios. Etc. Hablar de las bondades de las matemáticas emociona
a más de uno y podemos llenar coliseos para dar una linda conferencia matemática.
Pero es muy diferente decirles a todos los que están emocionados escuchando:
saquen papel y lápiz. Para que hagan una ecuación, una regla de tres o
cualquier otra operación matemática, de seguro que más de uno sale corriendo.
Recuerda que tú y yo somos parte
del plan salvador de Dios. El mundo cambiara el día en que nosotros decidamos
continuar con la cadena de hacer discípulos para Cristo, enseñándoles la
verdad.
El llevar la verdad del evangelio
es una bendición que debemos aprovechar cada día. Romanos 10: 15 “¿Y cómo predicarán si no fueren
enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la
paz, de los que anuncian buenas nuevas!” Isaías 52: 7 “Cuán hermosos son sobre los montes los
pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas
del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: Tu Dios reina”
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