martes, octubre 16, 2012

Solo el compromiso nos lleva a una vida de éxito. Ezequiel 17


Una persona comprometida es aquella que cumple con sus obligaciones haciendo un poco más de lo esperado al grado de sorprendernos, porque vive, piensa y sueña con sacar adelante a su familia, su trabajo, su estudio y todo aquello en lo que ha empeñado su palabra.
Todos en la vida tenemos compromisos. como hijos, como padres, como esposos, como empleados, como patrones. Etc.
Como padres de familia: No basta proporcionar los medios materiales, los hijos necesitan que los padres les dediquen parte de su tiempo para jugar, conversar y enseñar.
 ¿Cuántas veces hemos cancelado un compromiso personal para estar con la familia?
Normalmente sucede lo contrario. Parte del compromiso de ser padres, implica buscar la amistad de los hijos.
La persona comprometida es generosa, busca como dar más afecto, cariño, esfuerzo, bienestar... en otras palabras: va más allá de lo que supone en principio el deber contraído. Es feliz con lo que hace hasta el punto de no ver el compromiso como una carga, sino como el medio ideal para perfeccionar su persona a través del servicio a los demás.
En una planta la raíz es la que la alimenta, le da firmeza y estabilidad, una planta sin raíz se seca, no da fruto, no crese, ni tampoco se desarrolla. V 9 “Diles: Así ha dicho Jehová el Señor: ¿Será prosperada? ¿No arrancará sus raíces, y destruirá su fruto, y se secará? Todas sus hojas lozanas se secarán; y eso sin gran poder ni mucha gente para arrancarla de sus raíces
Una persona sin la capacidad de cumplimiento es como una planta sin raíz, lo que hace se seca, no da fruto. V 15-16 “Pero se rebeló contra él, enviando embajadores a Egipto para que le diese caballos y mucha gente. ¿Será prosperado, escapará el que estas cosas hizo? El que rompió el pacto, ¿podrá escapar?  17:16 Vivo yo, dice Jehová el Señor, que morirá en medio de Babilonia, en el lugar donde habita el rey que le hizo reinar, cuyo juramento menospreció, y cuyo pacto hecho con él rompió.
Una persona que no cumple sus compromisos pierde la credibilidad, la confianza, por lo tanto no necesita mucho para caer en el fracaso, cualquier viento lo tumba. V 17 “Y ni con gran ejército ni con mucha compañía hará Faraón nada por él en la batalla, cuando se levanten  vallados y se edifiquen torres para cortar muchas vidas.

Una persona sin la capacidad de compromiso se convierte en un estorbo para los demás, en especial para los que se encuentran a su lado. V 21 “
Y todos sus fugitivos, con todas sus tropas, caerán a espada, y los que queden serán esparcidos a todos los vientos; y sabréis que yo Jehová he hablado.
Una de las sorpresas más agradables que podemos encontrar al comprometernos totalmente con algún proyecto específico es que surgen fuerzas y oportunidades que no hubiéramos imaginado hasta entonces.


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