miércoles, septiembre 19, 2012

La Arrogancia. Jeremías 45-46


La arrogancia es una  característica que presentan algunas personas y que refiere la altanería, soberbia y sentimiento de superioridad que hace que el individuo que la posee se sienta muy superior a los demás.
En tanto, a la persona que la ostenta, popularmente, se la denomina como arrogante
.
El arrogante como su marca personal siempre tiende a exagerar su propia importancia con respecto al mundo que lo rodea.

El ser desagradecido y creer que nuestro trabajo merece mayor reconocimiento es el comienzo de la arrogancia. 45: 4-5 “Así le dirás: Ha dicho Jehová: He aquí que yo destruyo a los que edifiqué, y arranco a los que planté, y a toda esta tierra.  45:5 ¿Y tú buscas para ti grandezas? No las busques; porque he aquí que yo traigo mal sobre toda carne, ha dicho Jehová; pero a ti te daré tu vida por botín en todos los lugares adonde fueres.
El que Dios haya puesto su mirada en nosotros para sacarnos de la vida en la que estábamos, es suficiente razón para vivir agradecidos con él.
El hombre es el único responsable de sus propias derrotas cuando se cree más que los demás, esto hace que se confié y no se prepare. 46:7-8 ¿Quién es éste que sube como río, y cuyas aguas se mueven como ríos?; Egipto como río se ensancha, y las aguas se mueven como ríos, y dijo: Subiré, cubriré la tierra, destruiré a la ciudad y a los que en ella moran;
Si Dios no está con nosotros en vano son nuestros esfuerzos. V 11 “Sube a Galaad, y toma bálsamo, virgen hija de Egipto; por demás multiplicarás las medicinas; no hay curación para ti.
La fuerza humana jamás será superior o igual a la fuerza poderosa de Dios. V 15 ¿Por qué ha sido derribada tu fortaleza? No pudo mantenerse firme, porque Jehová la empujó.
El peor error que puede tener un ser humano es confiar en su propio poder humano. V 23 “Cortarán sus bosques, dice Jehová, aunque sean impenetrables; porque serán más numerosos que langostas, no tendrán número.
Nuestra prosperidad está en la confianza a Jehová Dios. V 27 “Y tú no temas, siervo mío Jacob, ni desmayes, Israel; porque he aquí yo te salvaré de lejos, y a tu descendencia de la tierra de su cautividad. Y volverá Jacob, y descansará y será prosperado, y no habrá quién lo atemorice.
Dios nos ama pero por mucho amor que nos tenga, por ser un buen padre tampoco nos deja sin corrección. Dios no nos destruye es nuestra propia arrogancia que nos lleva a la destrucción. V 28 “Tú, siervo mío Jacob, no temas, dice Jehová, porque yo estoy contigo; porque destruiré a todas las naciones entre las cuales te he dispersado; pero a ti no te destruiré del todo, sino que te castigaré con justicia; de ninguna manera te dejaré sin castigo.

La arrogancia es la manifestación de la debilidad, el miedo secreto hacia los rivales



SÍGUENOS EN:  twitter : @joseluisdejoy


 INICIO                              DEVOCIONAL DIARIO                       PREDICACIONES

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.