Dios hizo al hombre perfecto. Pero
cuando Adán peco llego la imperfección. Desde ese momento el hombre está perdido,
sin rumbo, alejado de Dios.
El
pecado de Adán básicamente consistió en alejarse de Dios, el no aceptar su
soberanía. Lo cual se lo conoce como desobediencia. Dios en su misericordia con
el transcurrir de los tiempos siempre ha estado insistiendo en darnos otra
oportunidad mediante la cual nos acerquemos nuevamente vez a su presencia.
En ese afán Jehová a utilizado a
diferentes hombres; profetas, jueces y en especial a sacerdotes. El hombre quería
agradar a Dios a través de sacrificios. En un principio a Dios le eran
agradables pero el hombre se volvió mecánico, lo convirtió en costumbre. Y a
Dios le dejo de agradar. V 8 “Diciendo
primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no
quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley),”
Por esta razón Jesús ofrece su vida, su propio cuerpo para
reconciliarnos con su padre. V 9-10 “y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu
voluntad; quita lo primero, para establecer esto último. 10:10 En
esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo
hecha una vez para siempre.”
Cristo vino a la tierra murió y
resucito para propiciar nuestra salvación y ahora estar a la diestra del padre.
V 12 “pero
Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los
pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,”
Jesucristo quiere que ahora lo
sigamos a él, pero no por costumbre, que lo hagamos por amor, por convicción. V
16 “Este es
el pacto que haré con ellos Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré
mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las escribiré,”
Jesucristo quiere que nos
convirtamos a él. Y a cambio nos ofrece perdón de nuestros pecados. V 17 “añade: Y nunca más me acordaré
de sus pecados y transgresiones.”
Jesucristo con su muerte nos dio la
libertad de poder entrar a su trono. Que podamos asistir a su templo para
disfrutar de su presencia. V 19- 20 “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar
Santísimo por la sangre de Jesucristo,
10:20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,”
10:20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,”
Esto es algo que en la antigüedad
solo lo podían hacer los sacerdotes, ahora nosotros tenemos ese gran privilegio.
¿Pero sabes cual es la tristeza que embarga el corazón de Jesucristo? Tenemos
esa libertad pero muchos no la aprovechan y siempre tienen una disculpa para no
congregarse. V 25 “no
dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos;
y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.”
El congregarnos sirve para
estimularnos los unos a los otros, para que nos motivemos a seguir en el camino
de Jesucristo. V 24 “Y
considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras;” cuando un
fis culturista decide abandonar el gimnasio para entrenar solo en su casa
pronto termina aburriéndose y poco a poco va menguando en sus rutinas de
entrenamiento hasta abandonar su deporte.
Cuando el fis culturista esta en el
gimnasio puede mirar a otros mejor que él y esto lo estimula para ejercitarse más.
El congregarnos nos fortalece, ya
que en este camino a la salvación necesitamos de mucha paciencia y confianza. V
35-36 “No
perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; 10:36
porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de
Dios, obtengáis la promesa.”
Si decides congregarte no lo hagas
por obligación ni por necesidad de un milagro que a la postre es lo mismo que
estar obligado. Hazlo porque es lo mejor para ti, disfrútalo, solo de esa forma
podrás entrar a la presencia de Jesucristo. Cuando vayas al templo no seas tan
solo un espectador más. Olvídate de todo lo que dejas atrás y permítele al
espíritu santo que invada todo tu ser.
Contribuye con nuestro ministerio. Con tu ofrenda podemos llegar a más personas con el evangelio de salvación. CONTÁCTANOS.