Si quieres tener la
felicidad, tú tienes el poder de
decidir, del querer ser y buscar el camino más adecuado hacía el encuentro de
ella. La dificultad no está en que problema tenemos, el problema está en cómo
vemos el problema, cual es nuestra actitud frente a los problemas que se nos
presenta en la vida.
Pero sabes una cosa
muchas veces las diferentes crisis no nos vienen por lo que nos sucede a
nosotros, a veces lo tenemos todo para ser felices, pero nos dejamos
influenciar por lo que viven los demás.
Estamos acostumbrados a
creer que la felicidad o la infelicidad es algo externo, que son las circunstancias las que lo determinan, y esto
no es así. Decídete a cambiar tu
forma de pensar y de sentir, a dejar de responsabilizar a los demás y a las
circunstancias de tu felicidad y a tomar las riendas de tu vida emocional, de
tu propia satisfacción y felicidad.
Una
pareja de esposos que Vivian muy bien, un día estaban en una reunión, unas amigas
se acercaron a la esposa y le preguntaron que si su esposo la hacía feliz, el
esposo sacaba pecho se sentía orgulloso, el era un hombre fabuloso, y estaba
seguro que ella diría que sí. Ella firmemente les respondió a sus amigas… ¡No! El no me hace feliz. El se sintió muy
triste. Pero en seguida se alegro cuando escucho el resto de la conversación. …el
no me hace feliz... ¡yo soy feliz! Mi
felicidad no depende de él. La felicidad es mi decisión.
Ella
tenía toda la razón, él por muy buena gente que sea lo más seguro es que en algún
momento puede estar de mal genio, y entonces hasta ahí le llegaría la felicidad,
lo que ella quería decir es que. Independientemente del estado de ánimo de su
esposo ella era feliz por ella misma, el motivo de su felicidad era ella.
Los
discípulos se dejaban afectar por lo que hacían los demás. V 38 “Juan le respondió diciendo: Maestro,
hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue;
y se lo prohibimos, porque no nos seguía.”
Lo
que Jesús les quería decir a sus discípulos. Era: Yo no me dejo afectar por los
demás. Si alguien se identifica con mi propósito, no importa como lo haga
siempre y cuando conserve mis mandamientos es mi amigo. V 40 “Porque el que no es
contra nosotros, por nosotros es.”
El que no se identifica con los propósitos de Jesús y
pervierte sus mandatos, definitivamente es su enemigo. Mateo 12: 30 “El
que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.”
Pero no necesariamente les quería decir que todo el que no
comparta lo nuestro es nuestro enemigo, lo que les quería decir es que debemos
aprender a vivir nuestra vida sin que la alteren los demás.
Hay personas que definitivamente nunca se van a identificar
con nosotros en lo que hacemos o pensamos, no dejes que eso te altere. Tú haz
lo que tienes que hacer y deja que los demás hagan lo que ellos quieren.
Hay muchas personas que en el almuerzo quieren comer carne
pero como los demás no quieren lo mismo, prefieren no comer y se enoja todo el día
y si estaban de paseo lo daña y no solo se amarga él sino que amarga a los demás.
Que tus decisiones y tu forma de actuar no dependa de los demás.
Vive tu vida y serás feliz.
¿Sabías
que la mayoría de los problemas que padecemos a diario nos los provocamos
nosotros mismos?