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Logrando la Prosperidad. Jeremías 42


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La prosperidad es un anhelo que está en el corazón de todo ser humano. Unos de manera popular otros de manera más personal, pero todo ser humano desea que le vaya bien en lo que emprende cada día.
O al menos nadie se pone a orar para que le vaya mal en la vida.
Porque entonces si todos andan buscando el camino a la prosperidad, tan solo unos pocos lo encuentran.
Debemos entender que no todo lo que logramos depende de nuestras, fuerzas o habilidades.

De hecho hay muchas personas súper hábiles, que trabajan muy duro  pero a pesar de eso nunca logran tener prosperidad.
Ser prospero no es lo mismo que ser rico, rico es el que simplemente tiene dinero y tal vez mucho dinero, tanto que ni siquiera sabe qué hacer con él. Pero a pesar de tanto dinero tiene una vida de miseria. Ser prospero es saber vivir muy bien con lo que se tiene, sea mucho o poco, ser prospero es valorar y ser feliz con lo que se tiene
 Veamos algunas cosas que debemos tener en cuenta para lograr la verdadera prosperidad.
1. Dios es quien nos enseña el camino. V 3 “para que Jehová tu Dios nos enseñe el camino por donde vayamos, y lo que hemos de hacer.” la prosperidad es un regalo de Dios, la riqueza puede ser esfuerzo humano, de manera lícita o ilícita.
2. Obedecer sus enseñanzas. V 6 “Sea bueno, sea malo, a la voz de Jehová nuestro Dios al cual te enviamos, obedeceremos, para que obedeciendo a la voz de Jehová nuestro Dios nos vaya bien.”  todo lo que hay en la palabra de Dios es bueno, si hubiera algo malo en ella Dios lo habría quitado. Lo que pasa es que según nuestra conveniencia hay cosas de la palabra de Dios que no nos gusta. Las verduras no es que sean malas, lo que pasa es que algunos no nos gusta, pero si fuéramos sensatos así no nos guste las verduras, por amor a nosotros mismos las deberíamos comer.
3. Debemos entender que la respuesta de Dios no siempre es inmediata, el se tarda conforme a su voluntad, y sobre todo él sabe cuando es necesario que recibamos lo que le estamos pidiendo. V 7 “Aconteció que al cabo de diez días vino palabra de Jehová a Jeremías.
4. Muchas de las cosas de Dios suceden de manera ilógica según nuestro juicio. V 10 “Si os quedareis quietos en esta tierra, os edificaré, y no os destruiré; os plantaré, y no os arrancaré; porque estoy arrepentido del mal que os he hecho.” para el pueblo de Dios era ilógico tener que quedarse en un lugar que estaba en ruinas, y que solo había pobreza.
5. No siempre lo que parece bueno ante nuestros ojos lo es en realidad, solo Dios sabe lo que nos conviene, solo obedece así te parezca que lo que estas asiendo sea lo más absurdo que has hecho en tu vida. V 13-14 “Mas si dijereis: No moraremos en esta tierra, no obedeciendo así a la voz de Jehová vuestro Dios,  42:14 diciendo: No, sino que entraremos en la tierra de Egipto, en la cual no veremos guerra, ni oiremos sonido de trompeta, ni padeceremos hambre, y allá moraremos;
6. Debemos confiar y no temer. El miedo paraliza, nos impide actuar en el momento oportuno por el miedo sean perdido muchas oportunidades de vivir en prosperidad. El miedo no nos deja ver las oportunidades que nos ofrece Dios. V 11 “No temáis de la presencia del rey de Babilonia, del cual tenéis temor; no temáis de su presencia, ha dicho Jehová, porque con vosotros estoy yo para salvaros y libraros de su mano;
7. Debemos sacar los temores de nuestro corazón, porque ellos son los que atraen el mal que nos sucede. Dios nos ha dado el poder en nuestra mente. Tanto tememos algo y lo fijamos en nuestra mente que nuestro cerebro lo interpreta como un deseo y eso es lo que nos sucede. V 16-17 “sucederá que la espada que teméis, os alcanzará allí en la tierra de Egipto, y el hambre de que tenéis temor, allá en Egipto os perseguirá; y allí moriréis.
42:17 Todos los hombres que volvieren sus rostros para entrar en Egipto para morar allí, morirán a espada, de hambre y de pestilencia; no habrá de ellos quien quede vivo, ni quien escape delante del mal que traeré yo sobre ellos
.
Job reconoce que a él le sucedió lo que tanto temía en su corazón. Job 3: 25 “Porque el temor que me espantaba me ha venido,  Y me ha acontecido lo que yo temía.
Recuerda que Dios nos ha dado el poder de hacer las riquezas. Deuteronomio 8: 17-18 “y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza.
8:18 Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día
.” tú decides como quieres vivir pobre o rico, pero la verdadera prosperidad solo la da  Dios.