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Problemas en el Matrimonio. 1 Corintios 7.

No hay duda en cuanto a que todos los que nos hemos casado o los que aspiran a casarse desean ser felices, nadie quiere casarse para ser infeliz. Entonces ¿porque la gran mayoría de los matrimonios son infelices?
En la iglesia de Corinto esto también era muy común, problemas en el matrimonio.
La palabra problema significa algo que requiere de una solución.
Es necesario entender que mientras estemos en este mundo tendremos dificultades o problemas. Juan 16: 33 “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
Y el matrimonio no se escapa de esta difícil realidad, en los matrimonios también es normal que tengamos problemas, tanto que frente a esta situación pablo prefiere que mejor no se casen. V 1 “En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer;
El consejo de pablo para evitar problemas es que lo mejor sería no casarse. V 7-8 “Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro.  7:8 Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo;
Pero como estar solo tampoco es bueno para el hombre. Génesis 2: 18 “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.” La solución no es la soledad, la solución es aprender a convivir con la pareja que Dios nos dio.
Es necesario entender que la felicidad no es sinónimo de cero problemas. La felicidad es un camino que tenemos que transitar juntos hombre y mujer. La felicidad es algo que para construirla se necesita de dos.
Las parejas no se deben casar para encontrar la felicidad, las parejas deben casarse para juntos construir la felicidad. Para esto necesitamos entender y practicar algunas cosas:
1. Cada uno debe cumplir con sus deberes. En lo económico, en el arreglo de la casa, y sobre todo en lo sexual. V 3 “El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido.
2. La pareja debe entender que ahora su cuerpo le pertenece al otro. V 4 “La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer.” hay personas que les molesta que su pareja la acaricie. O les da pena que los demás vean en ellos manifestaciones de amor. Lógico todo esto debe hacérselo con decencia.
3. Busquen un espacio para tener intimidad, no dejen que las ocupaciones, los compromisos con los hijos los priven de esta bendición. V 5 “No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.
4. El esposo(a) cristiano(a) con su testimonio puede ganar a su compañero(a) para Cristo. V 14 “Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos.
5. Es necesario que el hombre y la mujer entiendan que ante Dios todos somos iguales. 1 Pedro 3: 7 “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.” el respeto mutuo debe predominar en cualquier relación.
6. El someterse también es algo mutuo, nadie domina a nadie. Efesios 5: 21 “Someteos unos a otros en el temor de Dios.
Algo importante para los que no se han casado todavía, si se van a casar que sea motivado por al amor, entendiendo que ahora entre los dos quieren construir un remanso de paz y amor. La motivación nunca debe ser el interés económico o simplemente porque sienten que el tren ya los está dejando. Pero si su terquedad persiste entonces lo que dijo pablo “haga lo que quiera.” V 36 “Pero si alguno piensa que es impropio para su hija virgen que pase ya de edad, y es necesario que así sea, haga lo que quiera, no peca; que se case.
La dificultad en el matrimonio no está en los problemas, la dificultad está en el mal manejo de esos problemas, los problemas en el hogar son como la basura en una ciudad. Lo que causa las infecciones y las epidemias no son tanto las basuras, lo que origina esa crisis es el mal manejo de las basuras.

Pero ante todo recuerda que el único que nos puede ayudar a tener y mantener un hogar maravilloso es Jesucristo.
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